Suplicarle a mi corazón
que deje de atragantarse,
con esas ansias de ser
imperecedero.
Que lo necesito quieto y
en silencio.
Y no sintiendo cosas que
ni siquiera yo he sentido.
Y no entiende que le necesito a él
pero des de siempre te he querido a ti.
Y salen flores por donde tendría
que sangrar
y sangra por donde hay
que florecer.
Y me sale por la boca y
junto a él todas las mentiras
que van directas a tus ojos verdes.
que van directas a tus ojos verdes.
Todas esas historias que
duran medio segundo
y de los que me
arrepiento toda la vida .
Que si preguntas varias
veces,
nunca obtendrás la misma
respuesta.
Y en cambio el cuerpo se
me llena de verdad
y intenta fluir por el
placer de ser real.
Pero no lo consigue.
Y cuando tengo ansias de poesía
voy entonces a otro
alguien,
ingenuo,
y le cuento una historia de
las que duran toda la vida.
Y él no para nunca, y yo vomito
mas flores
y mentiras mientras
bombardea sangre con la que tampoco creo
ya.
Puedo asegurarte que ella
tampoco es verdadera,
que si te parece que
estoy sintiendo algo
es puro teatro.
Y ojalá esconderme, o
esconderte a ti de mi.
Puede que sea mas
peligrosa que tu cuello.
Ojalá no volver a ver
todo eso que me devuelve al medio segundo.
Ojalá no querer volver a
verte.
Y empezar otra vez,
limpia y sin complejos,
porque ahora ya no puedo perdonármelo
todo.
Porque sé que tú nunca me
lo perdonarías.
Soy una persona de
mierda,
y lo digo y ojalá no te
de pena.
Ojalá nunca me veas como
me veo.
Que estoy loca, y no me
quiero por ello.
Que si las cuerdas atan,
yo estrangulo.
A mi misma.
Y es que me van a clavar
la verdad en todos los labios
y luego,
diré que no respiro.