jueves, 2 de abril de 2015

Hay muchos motivos para escribir pero ya no queda sitio para el Caos. Nunca pensé que podrías llegar a ser tan dulcemente trágico, pero te recuerdo, que no te queda sitio. Mi salida de emergencia, huele a sexo y a traición, y yo me siento como en casa. Nadie va a sacarme de aquí, para renacer hay que dejar de latir, y soy demasiado bonita como para que me llegue tu muerte. Soy la única que quiere quedarse, la única que quiere escapar, gritar y callármelo todo. La chica metáfora  quiere a su cinco de oros. Pero lo siento eh, por la noche cerramos con llave, hay que ver un corazón para confiar en él, y sigo sin encontrarlo. Aunque me duele el lado opuesto a este, y supongo que es porque no es amor. O quizás sí, y yo no le encuentro sitio. A ti, que hablas mi idioma voy a dejarte marchar para que no me descubras.

Luna

Me mirabas así, como si estar a punto de matarme te acabase de salvar la vida.



Si Dios quiere, yo me opongo.

Viví colgada de una náusea con la esperanza de explusar lo que fuese que me estaba quitando la vida como si la quisiese.

Morí en un edificio lleno de salas de espera, sin esperanza, pero podré decir que fue queriendo.
Que cuando preegunté sobre las marcas dijeron: no te va a doler pudiendo matarte.

Y mantuve la calma,
como el que mece un hijo
-muerto-
Del que tú sigues preguntando el nombre. (X)