miércoles, 15 de febrero de 2012


Y ahora busco en los rincones tu nombre, tus pestañas y tu manera de vivir. Sabias que el viento nunca te encontraría. Las toallas tirada demasiado pronto se secaban antes a tu lado que al sol y la luna parecía envidiosa de tu belleza. Guardabas secretos inconfesables e historias inauditas que ni el mismísimo silencio sabia mantener. Eras el único que podía hacerme hablar mientras las lagrimas podían conmigo, que tu me enseñaste a tirarlo todo fuera, aunque fueras tu el que tuviera que aguantarlo. Me cojias el dedo meñique con toda la mano y me decías "bienvenida a mi corazón pequeña, si paras de llorar te prometo que nunca saldrás de el". Y sin soltarme el dedo me hacías bailar al ritmo de tu respiración y me sentía mas ligera que las nubes. Y mientras en mi mesita Carolina se enamora, yo ya estaba muerta por tus huesos. Solo quiero que ahora vuelvas, antes de que el febrero me alcance hasta la sangre.


E'O

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