miércoles, 28 de agosto de 2013

La de noches que

La de noches que el miedo me invadía,
que soñaba en fantasmas.
Subía cuestas en bicicleta
y sin manos.
Corría por autopistas que me
llevaban directa al infierno
donde sólo quedaba humo,
mi boca se convertía
en ceniza
y tus restos me calaban
hasta los pulmones.
Ahora, es mejor lo que respiro
que tú.
La de noches que me definía como
la más puta,
la que iría a ciento ochenta
para dejarte atrás.
Ya no tengo ganas de robarle
las armas al que se hace
llamar poeta.
Que silencio significa perderte
y si callo,
es que tengo mil cosas que contarte.
Ya no voy a explicarle a tus rubíes
mi filosofía.
Tampoco quiero escuchar la tuya.
Y ojalá no existieran
las noches
y todo acabara
en amaneceres.

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